¿Qué es?
Un tumor de cabeza y cuello es un tipo de tumor maligno originado en el interior de:
- Boca y labios (cavidad oral)
- Garganta (nasofaringe, orofaringe e hipofaringe)
- Laringe
- Nariz y senos paranasales
- Glándulas salivales.
La mayoría de ellos (95%) son carcinomas de células escamosas.
¿Qué nos dicen las cifras?
- Es el 5º cáncer más frecuente en el mundo. El alcohol y el tabaco son los factores más predisponentes.
- Los cánceres orofaríngeos, orales y laríngeos son los más frecuentes.
- La incidencia del cáncer orofaríngeo está aumentando entre los adultos jóvenes (<45 años) debido a los cánceres relacionados con el virus del papiloma humano.
¿Cuáles son los síntomas más típicos?
- Bulto o masa en la zona de la cabeza y el cuello. Esto afecta a la masticación, deglución y causa mucho dolor.
- Úlcera que no cicatriza en la cavidad oral
- Leucoplasia, eritroplasia
- Odinofagia
- Disfagia
- Ronquera
¿Cómo se decide el tratamiento y cuáles son los más comunes?
Idealmente, requiere un comité de tumores interdisciplinar formado por oncólogos, neurocirujanos, patólogos, cirujano maxilofacial, radiólogos etc. Además, es necesario tener nutricionistas, logopedas, trabajadores sociales, psicooncólogos etc.
Entre los factores que deberían de tenerse en cuenta antes de decidir el tratamiento oportuno encontraríamos el propio paciente (estado nutricional, comorbilidades, preferencias) y, por supuesto, el tumor (patología concreta, estadio etc.). Desafortunadamente, el estado nutricional no es algo que se tenga en cuenta en la mayoría de los casos, mermando la calidad de vida del paciente y disminuyendo las posibilidades de eficacia del tratamiento.
Los tratamientos comprenden cirugía, radioterapia, quimioterapia y combinaciones entre estos. Es importante resaltar que el tratamiento es totalmente necesario pero hay que concienciar de cómo pueden impactar en el estado nutricional.
Desnutrición, un problema que nadie quiere ver
La desnutrición es un fenómeno muy prevalente y poco reconocido en los hospitales. A medida que los tratamientos avanzan, el estado nutricional se deteriora aún más durante la hospitalización. Incluso una modesta disminución del estado nutricional afectará negativamente al resultado de la enfermedad, a la salud física y psicológica, a las tasas de complicaciones y de mortalidad, a la duración de la estancia en el hospital y a los costes sanitarios.
El soporte nutricional debe ser una parte integral del tratamiento, ya que mejora la calidad de vida, disminuye la probabilidad de desnutrición y aumenta la tolerancia al tratamiento. Sin embargo, sólo un pequeño porcentaje de los pacientes desnutridos hospitalizados reciben apoyo nutricional.
La desnutrición es prevalente ya en el momento del diagnóstico en esta población de pacientes. Incluso, antes del diagnóstico, entre el 30% y el 60% de los pacientes están desnutridos. Sin embargo, pasa desapercibida por la mayoría de profesionales sanitarios. Desafortunadamente, el riesgo aumenta aún más durante la cirugía y el tratamiento oncológico, alcanzando cifras de hasta un 80% al final del tratamiento.
¿Cuáles son las causas?
El propio tumor, la cirugía y las terapias oncológicas pueden causar síntomas importantes, que interfieren con la alimentación y dan lugar a la pérdida de masa muscular y a la desnutrición:
- Dependiendo de la localización del tumor puede haber una obstrucción mecánica que imposibilita la ingesta
- Dolor (odinofagia)
- Mucositis
- Náuseas
- Dificultades para tragar (Disfagia)
- Sequedad de boca (Xerostomía)
- Cambios en el gusto
- Anorexia, fatiga
- Vómitos
- Fístulas y estenosis
Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello tienen más probabilidades de sufrir desnutrición que cualquier otro paciente con cáncer. Muchos de ellos continúan con hábitos de vida poco saludables después del diagnóstico, como el tabaco o el alcohol, lo que complica aún más la desnutrición.
Los efectos secundarios inducidos por el tratamiento en combinación con la desnutrición comprometen la capacidad funcional, la respuesta inflamatoria y la calidad de vida. Es imprescindible concienciar entre profesionales sanitarios, pacientes y cuidadores del papel que tiene la nutrición para el éxito del tratamiento y para la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
Supervivencia: algunos datos
- La pérdida de peso es una de las principales causas de muerte en los pacientes con cáncer, ya que representa entre el 20% y el 40% de las muertes que se producen como consecuencia del deterioro del estado nutricional.
- La desnutrición está asociada a las infecciones, que contribuyen al 44% de las muertes. Los pacientes con cáncer desnutridos tienen una menor tasa de supervivencia global a dos años en comparación con los pacientes bien nutridos (35% frente a 64%).
- En los pacientes con carcinomas recurrentes de la cavidad oral u orofaríngeos, la tasa de supervivencia a un año fue del 54% en los pacientes sin pérdida de peso y del 12% con pérdida de peso.
Además, los pacientes identificados en riesgo nutricional mediante cribados nutricionales tienen un riesgo 12 veces mayor de morir en comparación con los pacientes sin riesgo.
Mi consejo para profesionales sanitarios y pacientes
Si eres sanitario, además de considerar todo lo relacionado con el tumor, indaga por la pérdida de peso, por la alimentación actual, los síntomas que le impidan poder alimentarse correctamente (pérdida del gusto, disfagia etc.) y los hábitos tóxicos. No olvides preguntar por su situación económica, ya que este factor puede hacer mella en el estado nutricional del paciente.
Si eres paciente, familiar o cuidador, comienza completando este sencillo cribado para comprobar tu estado nutricional. Me pondré en contacto contigo para darte los resultados y explicarte cuáles son tus opciones. No olvides permanecer atento a los cambios en el peso y ante cualquier síntoma que dificulte la ingesta. Actualmente, el sistema sanitario español no cuenta con suficientes dietistas-nutricionistas en los hospitales, por lo que preguntar activamente al oncólogo, a una asociación contra el cáncer o acudir a dietistas-nutricionistas privados sean algunas de las soluciones para evitar la desnutrición lo antes posible.